Salvado del Infierno

Salvado del Infierno en la Tierra
Fui salvado del infierno—del infierno en la tierra, y de arder en el infierno por toda la eternidad. Dios me salvó. Esto no sucedió de golpe, sino que comenzó con influencias en la niñez profundamente arraigadas. De niño, miraba al cielo y contemplaba lo increíblemente elevado y hermoso que era. Tenía que haber un Dios, ¿no? Mis padres nunca fueron realmente a la iglesia, pero mi abuela plantó algunas semillas y me habló acerca de la Biblia. Me contó cómo Jesús murió en la cruz por mis pecados. Sin embargo, estas semillas fueron olvidadas cuando llegué a la adolescencia. Mi padre era adicto a la heroína y abandonó la familia, dejándonos desamparados.

La vida era sombría. La depresión es común en mi familia, y yo ya estaba experimentando su impacto -- durmiendo todo el tiempo, sintiéndome triste. Sufría de depresión clínica. Pasaba horas jugando videojuegos siniestros en la computadora. La vida lucía oscura, y la oscuridad se hizo más y más profunda.

Durante mis años en la universidad pasé a una actitud de total rebelión en contra de Dios. Vivir la vida universitaria significaba "expandir mi mente" y satisfacer la carne. Vivir para la carne significa vivir "para disfrutar todo lo del mundo—los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida" (Primera de Juan 2:16). Fumar marihuana e irme de farra se convirtió en algo normal. Ocasionalmente abría mi Biblia, pero le tenía mucho miedo a Dios. Me asustaba Su castigo.

Después de mudarme a otra ciudad para terminar la universidad, las drogas y el estilo de vida rock se intensificaron. La cocaína estaba disponible y yo la encontraba agradable. A través de una banda industrial popular, de mi guitarra, y el alcohol, encontré la manera de ventilar la rabia, la confusión, y la soledad de una vida sin Dios. Alrededor de este tiempo, comencé a tener delirios, me volví desconfiado de la gente, y pensaba que existían complots en mi contra por asesinos a sueldo. Estaba aterrorizado, estaba experimentando las psicosis de la esquizofrenia.

Salvado del Infierno Mental
Durante este tiempo, una familia cristiana de algún modo me ofreció su amistad y dijeron que tenían un versículo del Señor para mí. Yo era muy escéptico, pero había algo diferente en estas personas. Confiaban en Dios para todo, y Dios siempre respondía. Aún cuando literalmente no tenían dinero para comprar víveres, alguien siempre venía y los ayudaba a satisfacer sus necesidades. El versículo que me dieron fue Isaías 43:2, el cual dice:

Salvado del Infierno por la Eternidad
Al final, Dios fue fiel, y literalmente me sacó de entre las llamas de un total infierno de psicosis. Me di cuenta de que necesitaba que me salvara del infierno por la eternidad.

Comencé a pensar en Jesús, el Hombre del que mi abuela me había hablado. ¿Era verdadero este asunto de Dios? Si de veras Jesús murió en la cruz, realmente debe amarme mucho. Reconocí que era un pecador y le dediqué mi vida y mi desastre a Dios. Él vino a mí exactamente en donde me hallaba. ¡Me quitó la necesidad de usar cocaína y me liberó!

Juan 8:36 dice: "Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres." Me dio alegría y paz. Me envió a un médico que me ayudó a recuperarme. Las llamas desaparecieron y la vida se volvió mucho más normal. Dios me dio un gran versículo de Segunda de Timoteo 1:7, "Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio."

La vida no ha sido perfecta desde entonces, pero Dios me ha sacado de la oscuridad a la luz. Me rescató de un infierno literal y tiene "una esperanza y un futuro para mí" (Jeremías 29:11). Todavía me gusta tocar música, pero ahora toco para adorar a Dios. ¡Glorificar a Dios con la música es mejor que cualquier droga!

"He aquí, amargura grande me sobrevino en la paz. Más a ti agradó librar mi vida del hoyo de corrupción; pues echaste tras tus espaldas todos mis pecados" (Isaías 38:17).

Dios me rescató a mí y quiere rescatarle a usted también. ¿Lo dejará usted? Él murió por sus pecados (Primera de Pedro 2:24) y promete vida eterna, esperanza, y alegría para todos los que crean en Él (Hechos 16:31).